Icono de Cristo Pantócrator


NOMBRE :: Icono de Cristo Pantócrator

AÑO :: Siglo VI

PROCEDENCIA :: Monasterio de Santa Catalina, en el Monte Sinaí (Egipto)



TEXTO :: “El Verbo ilimitado del Padre se ha limitado a sí mismo en su encarnación, a devuelto el arquetipo primitivo a la imagen corrompida y la ha llenado de belleza divina”.

Liturgia Bizantina

ETOMOLOGÍA :: Del griego "panto"-"krator", es decir "el que todo lo ve".

HISTORIA :: Cristo adulto, bendiciendo y con el Evangelio abierto o cerrado es un prototipo de mucha antigüedad. Testimonia la historicidad de la encarnación contra las herejías de los primeros siglos.

En el año 325, el concilio de Nicea confirmó que Cristo era la imagen visible y perfecta del Padre. Siguieron tres siglos de lucha contra las herejías que negaban la naturaleza divina (arrianismo) o humana (monofisismo) de Cristo, hasta que se logró establecer que la persona de cristo contiene la unión hipostática (es decir personal) de dos naturalezas, la humana y la divina. El icono del Pantocrátor se convirtió en el símbolo de ese combate. Los iconos sufrieron destrucciones, sobre todo en tiempos del emperador iconoclasta León III Isaurico, y se persiguió a sus defensores, entre ellos Juan Crisóstomo, al más acérrimo. Al defender la imagen de Cristo como hombre-Dios, se defendía el principio de la encarnación y la eficacia de la salvación. El icono se convirtió en un poderoso baluarte de la verdadera fe y contó con mártires, hasta que el séptimo concilio ecuménico de Nicea (787) proclamó la Ortodoxia (842). El icono de Cristo Pantocrator, Señor del universo, es la imagen de la victoria de la fe ortodoxa sobre las herejías.

El gran nimbo dorado contrasta con la oscura cabellera. Los ojos, abiertos y asimétricos, transcienden los confines del espacio y el tiempo. La suavidad de la pincelada que plasma el rostro se inspira en antiguos modelos orientales. El resultado es un equilibrio perfecto entre naturalismo y transfiguración mística.

La mano derecha aprieta contra el pecho un magnifico Evangelio con cierres dorados y gemas blancas, rojas y azules, que forman una cruz en el centro.

La mano izquierda, en bendición con los dedos doblados, forma las iniciales del monograma de Cristo: IC XC


BIBLIOGRAFIA

Tradigo, Alfredo. Iconos y santos de oriente, Ed. electa, Milán (2004). Páginas 242-243

Icono del Abad Menas y Cristo


NOMBRE :: Icono del Abad Menas y Cristo, o conocido más comúnmente como Icono de la Amistad o del Buen Amigo.

ESTILO :: Copto (a los primeros cristianos de la zona de Egipto se denomina "coptos")

AÑO :: Siglo VI-VII

PROCEDENCIA :: Originariamente se encontraba en el monasterio de Bawit, en Egipto, de donde fue abad San Menas, pero alrededor de 1900 el arqueólogo francés Jean Clédat descubrió el monasterio y en la actualidad la obra se encuentra en París, en el museo Louvre, en la sala de "Arte Copto".


TEXTO :: “En nuestra iglesia se encuentra una copia de un icono copto del siglo VII. Muestra a Cristo poniendo su brazo sobre los hombros de un amigo desconocido. Por este gesto, toma sobre sí el peso, las faltas, toda la carga que pesa sobre el otro. No está frente a su amigo, sino que avanza a su lado, le acompaña. Este amigo desconocido es cada uno de nosotros. En el siglo VII sabían ya que Cristo no viene a castigar al ser humano. Desciende hasta lo más bajo de la condición humana. No deja que repose sobre nosotros ni la más mínima parte de lo que nos abruma.” (Hno Roger de Taizé, en Pasión de una espera )

HISTORIA :: Baouit esta situado en la rivera izquierda del Nilo, a unos 20 kilómetros del sur del Achmounein. Dicho monasterio fue fundado por Apolo (306/308-395). El monasterio fue construido de ladrillo cocido y estaba rodeado de un muro, que tenia como misión, separarlo del mundo exterior. Los muros eran lisos, recubiertos de una capa blanca, con pinturas y grafitis; además, tenia una cúpula y una bóveda de cañón.

Fue construido con un dintel de madera o piedra, para proteger al monasterio, con motivos geométricos y florales, centrados en una cruz. Además, tenía las ventanas de vidrio, coloreadas con marco de plata.

Según las excavaciones realizadas a principios del siglo XX, fecha en la que se descubrió el monasterio, se cree que en el centro de este, orientadas hacia el este, había dos iglesias separadas por muchas salas, llamadas iglesia norte y sur.

De los pocos datos que sabemos del abad Mena, es que era el superior de dicho monasterio, pero a parte de eso, todo lo que gira alrededor de el, es terreno de la hipótesis.


Sabemos que su nombre tiene origen faraónico, paro no se sabe nada sobre su origen y su vida.


En el siglo IV d.C. hubo un soldado egipcio llamado Mena, que fue martirizado en Alejandría. Su cuerpo, transportado por camellos, fue enterrado en el desierto, donde se construyo una iglesia de peregrinaje, pero no sabemos con certeza si esto tiene algo que ver con nuestro abad.


El único resquicio, a parte de nuestra obra, que nos queda, es una pintura en la capilla LVI de Baouit, que muestra a un monje con ese nombre, vestido con la saya que le recubre el pecho con un gran chal con el sello de la cruz; calza sandalias con tiras, y lleva una cuerdecilla con dos llaves.


Se cree que la persona de este cuadro, pudo ser el abad Mena en su juventud, pero tampoco hay nada que nos lo confirme, aunque desde luego hay que decir, que si Analizamos las dos imágenes detalladamente, podemos decir que tienen un gran número de coincidencias.


La obra de cristo y el abad Mena, esta enmarcada en un soporte cuadrado de madera, que era el material típico de la época para hacer los iconos.


A primera vista podemos decir que lo que mas destaca de ellos, es el tamaño: Cristo es algo mas alto que el abad, sus cabezas y ojos grandes, el rostro, las letras de alrededor… podríamos decir que hay muchas cosas que llaman la atención, y que son así, porque el estilo de arte era así, y en efecto, podríamos decir que la obra tiene un gran número de características propias del arte copto.


Este arte, se dedicaba generalmente a los iconos. Para ellos, el icono designaba una imagen sagrada, portátil, que supone un objeto de veneración y culto, de igual forma que las reliquias de santos y mártires.


El estilo de nuestra obra, comienza en el siglo V cuando se crea un estilo innovador basado en la alteración de las proporciones y medidas antropomórficas, de ahí los rasgos del cuadro.

Algo curioso de la obra, es que a Cristo no se le ven los pies, sin embargo, en el cuadro original que fue descubierto en 1901-1902 si se ven los pies desnudos de Cristo, al igual que los del abad.


E
l termino “copto” significa “egipcio”, y se refiere a los cristianos del Patriarcado de calcedonia. La ocupación árabe-musulmana acentúo el aislamiento de esta Iglesia. En el 722, el tesorero Obeid- Allah Ibh al –Khattab mando destruir todas las imágenes cristianas. La iglesia copta se rebeló, y tuvo numerosos mártires. Su aislamiento se refleja en el arte, al no haber experimentado la influencia bizantina, conserva el estilo característico de los antiguos egipcios y sirios. La rigidez frontal de los iconos coptos, de ojos grandes e intensos, podría remontarse a los retratos de El Fayum el monje copto abba Menas (o Menna) es el santo nacional de Egipto el nombre de Mena es un anagrama de la palabra amen, con la que se dice que la Virgen respondió a la plegaria de la madre de Menas, que le pedía el don de un hijo. En arameo, el sufijo abba significa “padre”. Menas, centurión en tiempos del emperador Maximiano, se retiro al desierto y anuncio a Cristo entre los idolatras hasta que fue encarcelado, torturado y decapitado. En el siglo IV, su tumba, situada a orillas del lago egipcio de Mariut, en la frontera con Libia, ya era frecuentada por los peregrinos. Antes de volver llenaban ampollas con el aceite de las lámparas de su tumba.

Icono de la Virgen Katafyghe y San Juan Teólogo


NOMBRE :: Icono bifaz de la "Virgen Katafyghe y San Juan Teólogo", también conocido como "Virgen del Refugio y San Juan Evangelista"

TÉCNICA :: Temple sobre tabla

AÑO :: 1395

PROCEDENCIA :: Su origen lo encontramos en el Monasterio de Pogonovo, aunque actualmente se puede observar en la Galeria Nacional de Arte de Sofía (Bulgaria).



HISTORIA :: Esta iconografía, muy poco frecuente, representa a la Virgen tras la muerte de su Hijo. Según cuenta el Evangelio, fue confiada a los cuidados del evangelista Juan.

El estilo de las figuras, y su monumentalidad, adscriben este icono al estilo de los Paleólogos, la última dinastía bizantina que reino en Constantinopla hasta la ocupación turca de 1453. María y Juan han sido representados evocando su presencia junto a la Cruz, escuchando las ultimas palabras de Jesús, su testamento: “Mujer, ahí tienes a tu hijo … hijo ahí tienes a tu madre”. María envuelta de pies a cabeza en su precioso maphorion azul, apoya su rostro dolorido en una mano cubierta. Las estrellas de su virginidad brillan en su cabeza y su hombro izquierdo. El borde del manto presenta finos ribetes de oro. Bajo las cejas juntas, la mirada de la Virgen se dirige al discípulo. Juan viste un manto de complicados pliegues, que refleja una luz intensamente blanca. El manto, llamado clámide, anudado en un lado, cae del hombro y deja ver una túnica, denominada quitón, con una franja naranja, llamado clavio que sobresale entre el vuelo. El rostro de Juan se inclina hacia María, pero mira al espectador implicándolo en la gran responsabilidad que pesa sobre él: alojar en su casa a la Theotokos, la Madre de Dios. Las facciones de María y Juan (llamados a ser Madre e hijo), de luces y sombras muy marcadas, convierten este icono en una verdadera obra maestra.

Este icono fue ofrecido por la emperatriz bizantina Elena, cuyo nombre figura sobre el fondo entre los dos personajes, a instancias de su padre, al monasterio de San Juan el Teólogo situado cerca de la población de Pogonovo. Fue un suntuoso regalo que no se debía al zar, puesto que antes de su matrimonio la emperatriz Elena fue, con su padre, la fundadora del monasterio. Donó el icono en ocasión de la muerte de su padre ocurrido en el año 1395, en la lucha contra los turcos de Valaquia. Elena era la esposa del emperador Manuel II paleólogo, la hija del príncipe local Constantino Dejanov y la nieta del zar Iván Alejandro.

El original es un icono bifaz, en la cara anterior figuran los personajes de la Virgen y el patrón del monasterio, san Juan Evangelista, y en la cara posterior, una reproducción del mosaico del ábside de la iglesia del Cristo Latone de Salónica. La composición de la cara anterior deja una impresión imborrable. Las siluetas alargadas ligeramente vueltas hacia la derecha y aproximadas por el gracioso movimiento de las cabezas que se inclinan la una hacia la otra. Las actitudes apacibles y el movimiento de los rostros reflejan la serenidad en la aflicción; lo perfecto de la factura, el tono calido de la carnación y el noble drapeado de los ropajes son obra de un gran maestro que representa el apogeo del estilo Paleólogo.

Esta imagen de la Virgen ofrece una analogía muy marcada con la de otro icono bifaz del siglo XIV, ejecutado por un artista de Salónica y conservado en el Museo Bizantino de Atenas bajo la denominación de La Crucifixión.

“Jesús, viendo a su Madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su Madre: Mujer, ahí tienes a tu Hijo. Luego dice al discípulo: ahí tienes a tu Madre. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.” (Evangelio de Juan, capitulo 19; versículos del 26 al 27)


BIBLIOGRAFIA

+ Tradigo, Alfredo. Iconos y santos de oriente, Ed. electa, Milán (2004). Página 209

Icono de la Virgen de Czestochowa


NOMBRE :: La Madre de Dios de Czestochowa, también conocida como "La Madonna Negra".

FIESTA :: 26 de agosto

TÉCNICA :: El original es de encaústica (los colores han sido fundidos con la superficie por calor) y la copia de Inma Alabau es temple sobre tabla.

PATRONA :: Polonia

AUTOR :: Se le atribuye a San Lucas.

LOCALIZACIÓN :: Se encuentra en el santuario de Jasna Gora, en la ciudad de Czestochowa, al sur de Polonia.


HISTORIA :: No se conoce el origen de esta imagen milagrosa que por muchos siglos ha estado íntimamente relacionada con la historia del pueblo polaco.

Según una leyenda, después de la crucifixión de Jesús, cuando la Virgen María se traslado a la casa de San Juan, llevo consigo algunos objetos personales, entre ellos una mesa hecha por el mismo Jesús en el taller de su padre. Se cuenta que, cuando las mujeres piadosas de Jerusalén le pidieron a San Lucas que hiciese una pintura de la Madre de Dios; fue la parte superior de esta mesa la que el Apóstol utilizo para pintar la imagen. Mientras aplicaba la pintura, San Lucas escucho con atención como la Madre de Jesús hablaba de la vida de su Hijo; muchos de estos hechos fueron plasmados en su Evangelio.

La leyenda cuenta que la imagen permaneció en los alrededores de Jerusalén hasta que fue descubierta por Santa Elena, en el siglo cuarto. El cuadro, junto con otras reliquias, fue trasladado a la ciudad de Constantinopla, donde el hijo de Santa Elena, el Emperador Constantino el Grande, erigió una Iglesia para su entronización. La imagen de la Madre de Dios y el niño fue honrada por el pueblo.

Cuando los Sarracenos invadieron la ciudad, los senadores y ciudadanos cargaron la preciada imagen en procesión por las calles. Los Sarracenos se llenaron de pánico y huyeron en consternación.

Mas tarde, durante el terrible reinado del Emperador Izauryn, quien rechazaba los objetos sagrados y había destruido muchos a fuego, la imagen fue salvada por su esposa, la Emperatriz Irene, quien demostró una gran astucia al esconder la imagen de la Virgen en el palacio del Emperador, lugar donde los enemigos de Nuestra Señora nunca pensarían en buscarla.

La imagen permaneció en Constantinopla por quinientos años, hasta que se convirtió en objeto de varias dotes y así fue, eventualmente, a parar a Rusia y la región rusa que mas tarde se convirtió en la actual Polonia.

Después de que la imagen vino a formas parte de las posesiones del príncipe polaco, San Ladislao, fue instalada en un lugar especial de su palacio en Belz. Poco tiempo después, cuando el castillo fue asediado por los Tártaros, una flecha enemiga penetro en la Capilla por una ventana hasta el icono, causando un rasguño en la garganta de la Virgen María. La lesión permanece hasta el día de hoy, a pesar de los muchos intentos hechos a través de los años de repararla.

Las crónicas narran que San Ladislao se determino a salvaguardar la imagen de las subsecuentes invasiones de los Tártaros trasladándola a Opala, su ciudad natal, donde estaría mas segura. Este viaje lo llevo hasta Czestochowa, lugar donde decidió pasar la noche. Durante esta breve pausa de su viaje, la imagen fue trasladada a Jasna Gora (que significa “colina luminosa”). Ahí fue colocada en una pequeña Iglesia de madera llamada La Asunción. A la mañana siguiente, después de haber colocado la imagen con sumo cuidado en su vagón correspondiente, los caballos se rehusaban a moverse. Aceptando esto como señal del cielo de que la imagen había de permanecer en Czestochowa, San Ladislao hizo regresar la imagen solemnemente, a la Iglesia de la Asunción. Esto ocurrió el día 26 de agosto de 1382, día que aun se conserva como fiesta de la imagen de Nuestra Señora. Dado que fue el deseo de San Ladislao que la imagen fuese custodiada por los mas santos varones, ordeno la construcción de una Iglesia y monasterio de los Padres Paulinos, quienes devotamente se han encargado de su cuidado durante los últimos seis siglos.

Habiendo escapado de la furia del Emperador Izauryn, y el daño causado por la flecha de los tártaros en la garganta de la Virgen María, la imagen fue puesta en peligro por los husitas, quienes abrazaron herejías extravagantes. Estos últimos invadieron el monasterio de los Padres paulinos en 1430 y saquearon el santuario. Entre los objetos robados estaba la imagen de Nuestra Señora. Después de haberla colocado en el vagón, los husitas avanzaron tan solo una corta distancia antes de que los caballos se rehusaran a caminar. Recordando un incidente similar que le había ocurrido a San Ladislao hacia unos cincuenta años atrás, y dándose cuenta de que la imagen había sido la causa, los herejes arrojaron la imagen al suelo. Esta se quebró en tres pedazos. Uno de los ladrones saco su espada, golpeo la imagen y le causo dos cortes profundos. Cuando se preparaba para golpearla por tercera vez, cayó al suelo y se retorció en agonía, hasta que murió. Los dos cortes en la mejilla de la Virgen, junto con el daño causado anteriormente por la lanza en su garganta, han reaparecido siempre a pesar de los repetidos intentos de restauración.

La imagen estuvo nuevamente en peligro en el año 1655. En aquel entonces 12.000 suecos se enfrentaron a los 300 hombres que protegían el santuario. Aunque grandemente superados en número, los protectores de la Virgen lograron un gran éxito derrotando a los enemigos. Al año siguiente, la Virgen de Czestochowa fue proclamada como Reina de Polonia.

Cercano a nuestros tiempos, el día 14 de septiembre de 1920, cuando el ejército ruso se estableció en el Río Vístula y se preparaba para invadir la ciudad de Varsovia, el pueblo recurrió a la Virgen María. Al día siguiente, fiesta de Nuestra Señora de los Dolores el ejército ruso se retiro después que la imagen de la Virgen apareciera en una nube sobre la ciudad. En la historia de Polonia, esta victoria es conocida como El Milagro de Vístula.

Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, los alemanes invadieron y capturaron Polonia. Después de haber tomado la ciudad de Varsovia, una de las ordenes de Hitler fue la de suspender y cancelar todas las peregrinaciones ya que estas fortalecían al pueblo polaco. En demostración al amor por Nuestra Señora y la confianza en su protección, medio millón de polacos secretamente viajaron hasta el santuario en contra de las órdenes de Hitler. Después de la liberación de la ciudad en el año 1945, un millón y medio de personas expresaron su gratitud a Nuestra Señora rezando frente a su imagen milagrosa.

Veintiocho años después del primer intento del ejército ruso por capturar la ciudad, lograron esclavizar al país completo a partir del año 1948. Sin embargo, durante ese año, mas de 800.000 personas valientes peregrinaron al santuario durante la fiesta de la Asunción, una de las tres fiestas de la imagen, aunque pasaron bajo la mirada de los soldados comunistas que rutinariamente patrullaban las calles. Hoy día, el pueblo continúa rindiendo honores a la venerada imagen de la Virgen de Czestochowa, especialmente el día 26 de agosto, día que ha sido reservado para su celebración desde tiempos del Príncipe Ladislao.

Dado el color tan oscuro de la cara y las manos de Nuestra Señora, la imagen ha sido afectuosamente llamada la Madonna Negra, frase que nos recuerda del Cantar de los Cantares, “Soy morena pero bella”. Su oscuridad se atribuye principalmente a su antigüedad, aunque existen otros factores, por ejemplo las pobres condiciones de los lugares donde fue escondida para salvaguardarla. No nos podemos olvidar de la infinidad de velas que han sido quemadas ante ella, causando que estuviese constantemente rodeada de humo.

Los milagros atribuidos a la intercesión de Nuestra Señora de Czestochowa son numerosos y espectaculares. La documentación de estos milagros y curaciones se encuentra preservada en los archivos de los Padres Paulinos en Jasna Gora.

Jan Casmir, Rey de Polonia, quien peregrino allá en el año 1656. Después de haber colocado su corona a los pies del altar de la Virgen, prometió: “Yo, Jan Casmir, Rey de Polonia, os tomo a Vos como Reina y Patrona de mi reino; coloco a mi pueblo y a mi ejercito bajo vuestra protección…”

El 4 de junio de 1979, Juan Pablo II, el primer Papa polaco en la historia de la Iglesia Católica, llegó a Jasna Gora nombrándola “Santuario de Gran Esperanza”. En su Acto de Consagración, Juan Pablo II dedico la Iglesia Universal, La Patria entera, todas las gentes y a Él mismo anunciando: “¡Madre! Soy todo Suyo y todo que es mío es Suyo”. También donó la Rosa de Oro que constituye una de las distinciones papales más altas, otorgada por los méritos especiales para la cristiandad entera. La tradición del otorgamiento de la Rosa de Oro data de los tiempos de la Edad Media y fue puesta en el altar de la Capilla de la Virgen.

La descripción mas vieja de Nuestra Señora de Jasna Gora viene de la obra Liber Beneficiorum de Jan Dlugosz: “la pintura de María, la Virgen mas Gloriosa y la más dignificada Señora, Reina del Mundo y Reina de Polonia…hecha con el uso de una técnica extraña y rara… de la expresión facial mas bonita que penetra a los espectadores con una piedad especial, como si la estuvieras mirando en vivo”. El icono fue pintado en un tablero de madera de 81.5 x 121.7 centímetros. Muestra a la Virgen de pie con el Niño Jesús en sus brazos. María mira al creyente, y la cara del Niño esta vuelta hacia el peregrino, sin embargo su mirada parece estar en otra parte. Ambas caras contienen la misma expresión pensativa, retratando algún tipo de inexistencia y gravedad

Sin embargo, los peregrinos que oran en la Capilla de la Virgen ven a la Señora y su Niño en las túnicas y coronas donadas en 1910 por el Papa Pío X, el lado izquierdo de la imagen ofrece la insignia de la Madre de Dios, Reina de Polonia, es decir, un cetro y una manzana hechos en 1926 por la compañía “Los Hermanos £opie’nscy” de Varsovia gracias a los fondos de la Fundación de Mujeres Polacas. En el lado derecho de la pintura podemos apreciar al Rosa de Oro y un votivo de oro en forma de corazón con la inscripción TOTUS TUUS (Todos Suyos) regalos ofrecidos por Juan Pablo II en 1979 y 1982.

La historia de la pintura de Nuestra Señora de Jasna Gora puede encontrarse en el monasterio más viejo, TRANSLATIO TABULAE, cuya copia data del año 1474 se encuentra en los archivos de Jasna Gora, sin embargo la ultima investigación indica que la pintura fue originalmente un icono bizantino del tipo de Hodigitria datado del periodo entre los siglos VI-IX.

Sin contar el marco, la imagen es de aproximadamente 19 pulgadas de alto, unas 13 pulgadas de ancho y casi media pulgada de grueso. Hay una tela detrás del cuadro con dibujos y representaciones de su historia y de algunos milagros obtenidos a través de la intercesión de Nuestra Señora.


BIBLIOGRAFIA


+ Wlodzimierz, Robak. Jasna Góra :: El Santuario de la Madre de Dios, Ed. Margrafsen, Czestochowa (2001). Páginas 23, 42-44.

Exposición :: Bendición de los iconos

En la tarde del pasado lunes 22 de diciembre, Don José Martinez, párroco de San Alberto Magno y Nuestra Señora del Camino, bendijo los doce iconos de la exposición "La mirada de lo eterno".

Aquí os dejo algunas instantáneas del acto...